Comunicado Público por los 13 de Reyehueico:Comunicado Público por los 13 de Reyehueico: Contra la criminalización por ejercer nuestros derechos
Ante la formalización que se realizará el 23 de febrero del 2017 a las 9:00 de la mañana en el Juzgado de Garantía de Panguipulli, causa desórdenes públicos del articulo 269 del Código Penal cuyo RUC es 1600726260-8 presentada por el Teniente Francisco Sánchez Jefe de la Tenencia de Liquiñe, las organizaciones abajo firmantes quieren indicar a la opinión publica local, regional, nacional e internacional:
-Es la primera personas que llega al operativo policial por la muerte de Macarena Valdes el 22 de Agosto de 2016, y existen varios testigos, y sin embargo su firma no aparece en el parte policial. Es más, al día siguiente en la propiedad habitada por la familia Collio-Valdes, en el marco de una situación de luto para esta familia y en ausencia del doliente; dirige el primer operativo de apoyo para la instalación de cambio de cables, dando instrucciones a los operarios de una empresa contratista de SAESA.
¡Por la defensa de nuestros ríos, lagos y territorio;
a parar la criminalización por exigir nuestros derechos!
Coordinación Newen Tranguil
Parlamento de Koz Koz
Red de Organizaciones Sociales y Ambientales de Panguipulli
Comunidad Inalafken de Lago Neltume
Comunidad Vicente Reinahuel
Comunidad Juan Painepe 2
Radio Wallon
Puelche Comunicaciones
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Julia Quillempán, la comunera amenazada de muerte en Tranguil tras Macarena Valdés: “No les tengo miedo”
Macarena Valdés Muñoz, defensora de la tierra, se encuentra hoy en el cementerio de Río Hueico, en el lugar que Julia Quillempán Peña tenía reservado para su muerte. Macarena apareció muerta en su casa en agosto, tras liderar la oposición a la instalación de una mini central hidroeléctrica. Julia también está amenazada de muerte.Por Victoria Aldunate y Paola Melita.
Ambas eran lamngen -hermanas en idioma mapuzungun- y compañeras de lucha. Julia Quillempán estuvo en el corte de caminos con Macarena antes de que su muerte en agosto de 2016. Dos meses después, recibió amenazas por celular.
Julia narra: “Serían como las 11 de mañana, era de un teléfono desconocido, traté de llamar de vuelta, pero me salía una grabación de decía: este teléfono no existe”.
Entonces ella le respondió: “¡Si me has de matar, hazlo al tiro! ¡Ven, porque aquí te espero! ¡Yo no tengo hijos, no tengo a nadie, a mí el que me llora es mi marido y el perro y el gato, no como lo que hicieron ustedes que dejaron a inocentes llorando!”.
Y explica: “¡Lo que más rabia me da es que les quitaron la madre a esos niños!
Era el tiempo después del Golpe, y de repente me llegó una carta diciendo que a mi papá lo habían matado. Lo mataron unos cabros para robarle madera. Mi papá agonizó como 4 días, ni supe dónde estaba enterrado, no pude venir. Y yo por eso pienso así, que dejaron a esos niños chicos de la Macarena, sin madre y me pregunto: ¿Algún día cuando sean grandes, nos van a culpar? Yo tengo esa duda, porque yo misma culpé a otra gente cuando murió mi madre y después de eso ya vino todo peor. Mis hermanos crecieron con rabia”.
Las historias de las mujeres se entretejen con la memoria del territorio y hoy con la escalada de violencia contra el pueblo mapuche. Las lamngen de Macarena y su comunidad entera no han dejado de luchar, pero a ratos -y a partir de varios relatos recopilados-, también parecen sentirse culpables de su muerte.
Macarena Valdés Muñoz apareció muerta, colgada, el lunes 22 de agosto de 2016 en su casa de Tranguil.
El 1 de agosto había estado todo el día en el corte de camino que relata Julia. Fue una acción de la comunidad para resistir que la empresa RP Global instalara sus cables de alta tensión en el territorio.
Julia recuerda: “Los carabineros de Liquiñe no nos hicieron nada, pero los de Panguipulli fueron violentos, llegaron a tirones, echándonos la camioneta encima. A una señora casi le pisaron los pies. Me acuerdo que comenzamos poquita gente, más mujeres que hombres y después de a poco salió más gente al camino”.
Macarena, Julia y las otras lamngen celebraron con un mate: “Estábamos contentas, dijimos que habíamos hecho bien, que nos habían escuchado. A la gobernadora le habíamos mandado cartas y nunca nos había contestado. ¡Nunca, nunca! Era como si nosotros no existiéramos para las autoridades, por eso hicimos el corte de camino. No vino la gobernadora, pero llegó un representante y ya era algo. Ya sabemos, dijimos, hay que seguir con esto”.
Aunque ese día no sospechaban lo que vendría después, hablaron de dónde querían ser enterradas si morían.
Julia explica: “Es que yo siempre decía que yo iba ir a la sepultura de mi abuela y ese día, las dos riéndonos, yo le dije: ¡Ya no nos mataron!”, y ella me respondió: ‘¡No, capaz que sea pal otro corte que nos apaleen!’. ‘¡Bueno!’, le dije yo: ‘¡Total, la que se muera primero va a llegar ahí! Si yo me muero, me sepultan arriba de mi abuela’. Y la Macarena contestó: ‘¡Y si yo me muero primero, tú me vas a llevar ahí mismo, a tu lugar’”.
“Pero fue una conversación no más, ¡jamás pensamos que iba a salir verdad!”, recuerda.
Pero esa no ha sido la única amenaza que recibió Julia Quillempán Peña, la anterior había sido presencial y surgió de hombres que ella conoce muy bien porque son sus familiares, pero ahora además son trabajadores contratados por la Empresa RP El Arroyo Energías Renovables S.A., parte de misma trasnacional austro-chilena RP Global Chile Energías Renovables S.A.
Los primeros días del año 2016, Julia, sus hermanas y una sobrina, cinco mujeres, les cortaron el paso a los camiones de la empresa RP El Arroyo en la Rinconada de Tranguil.
Ella relata: “Nosotras escuchábamos desde hacía meses cómo pasaban los camiones por el camino que está más arriba y que es parte de nuestro terreno. Era cosa de todos los días, entonces el agua empezó a bajar y en enero (2016) ya no teníamos agua porque cuando el terreno vibra por el tremendo peso de los camiones el agua va desapareciendo, va corriendo por otro lado, son ojos de agua, aguas subterráneas”.
La sala de máquinas de la empresa fue asentada dentro del terreno de la familia Quillempán Peña sin autorización en un cementerio familiar.
Los hombres, agresivos, dijeron que iban a seguir pasando por ahí por orden de la empresa.
Ellas llamaron a Carabineros de Chile que se demoró horas en llegar y que cuando estuvieron en el terreno privado intervenido, lejos de apoyar la defensa de la “propiedad” de las mujeres, escucharon indiferentes las amenazas que los hombres funcionarios de RP El Arroyo les hicieron a las hermanas: “Indicaron a la Raquel -mi hermana- y les dijeron a los carabineros en su cara: ‘A esta tal por cual, la van a tener que venir a levantar por pedazos’.
Los carabineros no tomaron la denuncia y nos dijeron que había que tener muchas pruebas, que era ‘mejor arreglarse a la buena’ y que, finalmente, ellos no se metían en problemas de familia”.
Julia Quillempán se lamenta:
Las hermanas Quillempán demandaron a la empresa que -descubrieron en el Juzgado Civil de Panguipulli, por documentos- se nombra como “RP El Arroyo”. “Hubo que enviar la demanda a Santiago pues el representante legal figura en Santiago”, cuentan.
El Tercer Juzgado Civil de Santiago ordenó en la primera quincena de noviembre 2016 a la empresa RP El Arroyo Energías Renovables S.A., suspender las obras, pero según un audio del medio virtual “El Puelche” que entrevistó al abogado de la familia Jorge Acuña, la respuesta fue que la empresa habría “terminado todo tipo de obras en ese lugar”.
Sin embargo, la sala de máquinas de la empresa sigue en el terreno que fuera un cementerio de los antepasados de la familia.
Julia relata que después del incidente cesaron de pasar camiones y comenzaron a circular camionetas de la empresa que “incluso cerraron ese sector y colocaron un cartel que dice Recinto Privado. ¡Así de caraduras!”.
El proyecto hidroeléctrico en Tranguil fue autorizado por el gobierno de Sebastián Piñera.
Según una nota de prensa del medio virtual La Araucanía Cuenta: RP Global ha creado una serie de “nombres” en el centro y sur de Chile relacionados a su holding: RP Global Chile S.A, RP Global Chile Energías Renovables, RPI Chile Energías Renovables, RP El Torrente Eléctrica S.A. Central Hidroeléctrica Panqui, en Curarrehue, RP Butamalal Hidroeléctrica S.A., RP El Arroyo Energías Renovables S.A.
Y justamente en internet aparecen “Extractos” de solicitudes a la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas de Chile de parte de dos de esas empresas para su proyecto “Mini Central Hidroeléctrica de Paso – Pangui”.
Los “extractos” aparecen en los avisos clasificados de El Mercurio, de El Mostrador y en la página virtual Biblioteca en Línea, en su sección “Arquitectura, Obras y Construcción”. Y no sólo eso, en elDiario Oficial de la República de Chile Nº 40.448, del miércoles 2 de enero de 2013, en su cuerpo II – 33 al II – 35, aparece la”concesión eléctrica provisional” a RP El Torrente S.A.
En los documentos consultados por nosotras, se identifican como representantes legales, ya sea de RP Global Chile Energías Renovables S.A. o de RP El Torrente S.A., Christian Linsenmeyer, que se presenta como austriaco e ingeniero comercial, y Felipe Pichard, que se presenta como chileno e ingeniero civil; ambos dicen estar “domiciliados en la calle Andrés Fuenzalida N° 17, oficina 11, Santiago, Providencia”.
Macarena Valdés Muñoz, defensora de la tierra, se encuentra hoy en el cementerio de Río Hueico, en el lugar que Julia Quillempán Peña tenía reservado para su muerte.
Tal y como lo hablaron con Macarena un día, Julia facilitó su espacio a la familia de Macarena para sepultar sus restos: “Yo le di mi lugar a la Macarena y ahora somos familia”.
Julia se queda un rato pensativa y reitera: “Esto pasó con ella para que tengamos miedo, pero yo no les tengo miedo, si tengo que morir defendiendo la tierra, voy a morir, no les voy a dar el gusto que hagan y deshagan con este territorio”
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Mapuches acusan a Carabineros de defender instalación de central Tranguil
Natalia Figueroa | Miércoles 22 de febrero 2017 17:32 hrs.

La denuncia fue interpuesta por el teniente de Carabineros, Francisco Sánchez, tras una manifestación que realizaron los comuneros contra la instalación de la hidroeléctrica de Tranguil, de la empresa RP Global, el 1 de agosto pasado.
Por estos hechos, se les acusó de desórdenes públicos, pese a que la comunidad asegura que hicieron uso de su derecho a expresarse libremente, sobre todo, teniendo en cuenta la nula respuesta de los organismos ambientales ante la aprobación de un proyecto que presentaría una serie de irregularidades.
Para los comuneros, esta acción judicial se enmarca dentro de una estrategia de contención de las comunidades ante la arremetida de los proyectos energéticos en la región.
En Panguipulli se proyecta la instalación de ocho minicentrales hidroeléctricas de un total de ciento cuarenta y siete concesiones de derechos de agua para estos fines.
Pese a que no se realizó la correspondiente Consulta Indígena establecida en el Convenio 169, suscrito por Chile, este proyecto fue aprobado.
Pedro Cardyn, integrante de la Red de Organizaciones Sociales y Ambientales de Panguipulli, dijo que Carabineros no acude al llamado de los vecinos cuando se denuncian amenazas por parte de la empresa, pero si resguardan sus faenas y las instalaciones de la central: “Lo que queremos es defender el agua, el bosque, la vida y las buenas relaciones humanas, pero sentimos que tanto las empresas como el Estado están teniendo cada vez una actitud más violenta. Esa manifestación con corte de ruta fue para pedir que las autoridades ambientales cumplan con la ley”.
Humberto Manquel, integrante del Parlamento de Coz Coz, aseguró que de ninguna manera depondrán la defensa del territorio por los amedrentamientos que han recibido sistemáticamente por parte de la empresa y de Carabineros: “Nosotros estamos reclamando nuestros derechos y no es la policía la que nos va a intimidar porque como mapuche la prioridad es la defensa de nuestro territorio. En el Parlamento de Coz Coz de 1907 defendimos esta tierra y hoy seguimos en lo mismo”.
El 22 de agosto pasado, la activista Macarena Valdés, esposa del werkén Rubén Collío, fue encontrada muerta en su casa. Las comunidades han responsabilizado directamente a la empresa de estos hechos, considerando las amenazas constantes que recibió la mujer semanas antes de su muerte por ser opositora a la instalación de la central hidroeléctrica en Tranguil.
Además, otros lugareños también han denunciado hostigamiento por parte de los trabajadores que mantienen labores en predios que pertenecen a comuneros mapuche, como en el caso de Julia Quillempan.